De Shiraz fuimos a Persépolis y a Pasargada, qué pasada! Fuimos en taxi, hay unos 60 km, y en Persépolis contratamos una guía. Cómo tenía que ser aquello! La ciudad imperial de los Aqueménidas, lo que queda es espectacular! Bien sabido es que Alejandro Magno le dió fuego en el 330 a.c. y los cedros del palacio de Jerjes pasaron a mejor vida, aunque las tablillas de barro se cocieron y mira, las hemos podido leer,... El tamaño de las capiteles con toros y caballos te da idea del calibre de los troncos que trajeron de Líbano!

