02 agosto 2018

Delhi

Nos alojamos en el hotel Royal Plaza, muy bien situado en New Delhi, al lado de Connaught place. De aquí cogimos el metro para ir a Chandni Chowk y aparecimos en otro universo! La ciudad de Shah Jahan! El archiconocido caos indio en vivo y en directo,..., bicis, motos y rickshaws peleando por un hueco en la calle con gente a pie transportando enormes bultos. Edificios que en una época habrían sido bonitos ahora en estado decadente atravesados por una maraña de cables. En cada zona de la calle se agrupan los distintos gremios, nos adentramos para dar un paseo en los pequeños callejones aledaños.


En la misma calle esta la Jama Masjid, la mezquita del viernes, construida por Shah Jahan, el emperador mogol promotor del Fuerte Rojo y otras construcciones de Old Delhi en el siglo XVII. Es una de las más grandes de India, sino la más, en su patio de abluciones con agua de dudoso color dicen que pueden concentrarse 25.000 personas. Este patio fue ocupado por las guarniciones sikhs que apoyaron a los británicos en el motín de los cipayos de 1857. Para acceder a la puerta de la entrada principal hay que salvar unas cuantas escaleras, cosa no habitual en mezquitas de otras partes del mundo dónde las mezquitas está a pie de calle, y que en India es una influencia de los templos hindúes.
Hay dos minaretes de 40 metros de altura, merece la pena subir por las 130 escaleritas de caracol para tener buenas vistas del caos de Old Delhi y del Fuerte Rojo con la puerta de Lahore a la cabeza. Las tres cebollas blancas en contraste con la arenisca roja, buah! muy chulo! Una de las puertas interiores era un iwan tipo persa pero aquí con arenisca roja, en los 4 porches había gente rezando, hablando, pasando el rato….
Al final de Chandni Chowk esta el templo jaina de Digambara, de un color rojo muy llamativo, no pudimos entrar porque estaba cerrado al mediodía.
En la zona si que pudimos acceder al Sis Ganj Sahib Gurdwara, un templo sikh, construido en el lugar donde Aurangzeb en 1675 ejecutó públicamente al noveno gurú, Tegh Bahadur por no convertirse al Islam. Los gurdwaras son edificios blancos de estilo hindú y tienen también otras dependencias.
La tradición cuenta que los sikhs que estaban presentes en la ejecución, temerosos de correr la misma suerte que el maestro, decidieron esconder su condición, por lo que transgredieron el primero de los objetivos del sikhismo: liberarse del miedo. Esto dio pie a que el décimo gurú, Gobind Singh, impusiera a la comunidad el uso de una serie de signos exteriores distintivos que les hicieran perfectamente reconocibles a ojos de todo el mundo: visten turbante naranja, blanco o azul y deben llevar las cinco K: pelo y barba larga, peine, calzones (pantalones), puñal y pulsera metálica (cinco p en castellano). Para entrar al templo tienes que descalzarte y pasar por un pequeño estanque de agua, tienes que cubrirte la cabeza y no se puede entrar ni tabaco ni alcohol. Nos dieron un dulce típico llamado prasad. Dentro había tres músicos tocando instrumentos y cantando, gente sentada rezando,... La gente daba la vuelta por detrás de la tumba del gurú asesinado para ofrecer flores.
En la cocina había mujeres haciendo tortas de pan llamadas chapati y una enorme tinaja de lentejas, llamadas dal, al lado otras personas fregaban los utensilios de cocina y en un gran comedor se servía la comida, llamada langar, a la comunidad que estaban sentados formando filas. Todo se basa en la solidaridad de la Khalsa, que es como llaman a la comunidad sikh y los trabajos se reparten entre diferentes familias.
De ahí fuimos al memorial de Gandhi, el Raj Ghat, es un oasis verde en el caos de Delhi. Es muy sencillo, una plataforma de mármol con algunas flores encima, una llama eterna, todo rodeado de hierba y distintos arboles, había uno plantado por Ho Chi Min, otro por Ceaucescu,... En el parque estaban también los memoriales de Indira, Rajiv y el pandit Nehru. 
Visitamos también la puerta de India en el corazón de la Delhi de Luthiens, en un extremo del Raj Path que está cuajado de símbolos que aluden al poder británico; en el otro extremo de la avenida está la casita del Presidente de la India, que antes era la residencia del virrey británico de turno. La Indian gate es el memorial a los 90.000 soldados indios muertos en la Primera Guerra Mundial y las guerras afganas. Lo mejor es el ambiente que hay alrededor, vendedores ambulantes, indios pasando la tarde, coloridos saris.
 
Al otro día fuimos al sur de la ciudad para visitar Qutab minar que me encantó. En el camino el caos indio, una manifestación, gente acampada en la mediana y las cunetas de la carretera,... son los dalits, los intocables que comparten sitio con las vacas, ruido, tráfico, no sé si nos llegaremos a acostumbrar.!
En el norte de India antes de llegar los mogoles en el siglo XVI, llegaron musulmanes turco afganos que crearon el sultanato de Delhi. El minarete tipo afgano se empezó a construir en 1193 con caliza y arenisca roja, mide 73 metros tiene 5 tramos, 4 balcones e inscripciones en árabe alrededor. 
Lo que queda de la mezquita Quwwat Ul Islam, que significa algo así como "El Poder del Islam", es una chulada, la puerta sur muy trabajada y galerías con columnas con relieves que por lo visto pertenecían a los 27 templos hindúes que usaron en la construcción de la mezquita. 
La tumba del sultán Iltutmish es preciosa, el contraste entre la arenisca roja y el mármol blanco y el fino tallado de la piedra crea una combinación que me encanta, ..., todo en un parque con hierba, árboles, otro minarete, el Alai Minar a medias y ... tranquilidad. Vaya contraste con Chandni Chowk!. 
En el complejo hay un pilar de hierro de más o menos 1600 años de antigüedad que no se ha oxidado, por lo que algunos indios piensan que es mágico, pero que simplemente da cuenta del extraordinario conocimiento metalúrgico de los indios para el siglo IV-V. Todavía no se sabe qué técnica utilizaron para fundir el hierro, pero parece que lo trajeron de alguna zona de Bihar, ya que Patna era la capital del imperio Gupta por aquel entonces.
La visita a Delhi se me quedó cortísima, es una ciudad que tiene un patrimonio histórico-artístico impresionante, además de mercados con mucha vida. Me dio mucha pena tener que irme pero bueno siempre se puede volver, el Fuerte Rojo, la tumba de Humayun, Purana Qila, los jardines de Lodi, el mausoleo del sufí Hazrat Nizamuddin, ... espero que no se muevan!

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