Encantador pueblecito de postal al que llegamos tras 4 horas bajando el Nam Ou desde Muang Kua. El paseo en barca merece mucho la pena, río chocolate entre vegetación selvática, en la parte final el paisaje es más karstico lo que da mayor belleza, si cabe, al entorno.
¿Qué se puede hacer aquí? Disfrutad del enclave, ver como vive el personal, subir al view point, ir a las cuevas donde el Pathet Lao se escondía de los bombardeos americanos, kayaking, disfrutad de la cena y conversación con una pareja de viajeras,... Nos apuntamos a lo ultimo, ja, ja,...
El pueblo tiene un par de restaurantes indios muy majos y en el otro lado del puente, merece una visita el restaurante Coco Home regentado por un frances. Muy rico el Tom Yum de pez del río.
Hay una excursion típica, de las 100 cascadas, le llaman. Nos hablaron muy bien de ella, no muy dura... pero pensábamos que no ibamos a andar bien de tiempo, luego nos penó.
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