06 agosto 2018

Jaisalmer, la ciudad dorada

La ciudadela dorada de Jaisalmer en lo alto de una colina domina el paisaje desértico del Thar. Con 99 bastiones con forma cilíndrica abombada del color de la arena del desierto, es la segunda más antigua del Rajastan, fue construída en 1156 por Jaisal Singh, un líder bhatti rajput. Jaisalmer formaba parte del reino de Marwar con capital en Jodhpur pero tenía su propio maharawal y  el fuerte fue testigo de las guerras contra los rathores de Jodhpur y también contra los mogoles.


Su riqueza aumentó durante los siglos XVI y XVII debido a su posición estratégica en la rutas de camellos que unían Asia Central e India. La llegada de los británicos trajo consigo la apertura de rutas comerciales marítimas y ferroviarias, con el consecuente declive de la ciudad, mientras que la partición del 1947 provoco el cierre de la frontera con Pakistán y le puso la puntilla. Estamos solo a 100 km de Pakistán y las fronteras siguen cerradas a día de hoy, solo en el caso de una boda mixta se le da una visa especial al cónyuge de la otra nacionalidad. Las guerras paquistaníes de los 60 y 70, convirtieron Jaisalmer en un importante centro estratégico, de hecho, por el camino y muy cerca de la ciudad vimos zonas militares y carteles que mostraban su orgullo para con el ejercito. En esta zona hay también un centro de ensayos nucleares, ya que fue en el desierto del Thar donde se hicieron los ensayos nucleares “pacíficos” en  1974.
En los setenta Indira Gandhi construyó un canal de agua de 2.000 km de longitud que dio un respiro a la ciudad, pero siguen teniendo un problema de agua que podría llegar a deshacer su ciudadela de arenisca. Hoy día viven del ejército, del turismo y de la energía eólica (vimos los molinos camino del desierto). Dentro del fuerte, un gran castillo de arena, viven actualmente unas 3.000 personas. Tras atravesar varias puertas de distintas fases constructivas se llega a Dashera, la plaza central, dominada por la preciosa fachada del Palacio Real, a un lado queda una escalera y el trono de mármol donde solía sentarse el maharawal para dar audiencia o pasar revista a las tropas. Este era el mismo lugar donde las mujeres realizaban el ​jauhar​, arrojándose a las llamas en grupo cuando la ciudad fue dos veces saqueada por los sultanes de Delhi.
Nos dimos una vueltilla por las callejuelas
Salimos a otra plazoleta donde se encuentra el templo de Lakshmi que tiene un mural en la puerta de un … representando la fuerza.
De los años dorados de la ciudad dan buena cuenta las preciosas havelis de los comerciantes jainas y los 7 templos jainas del interior de la ciudadela.
Los templos jainas de Jaisalmer fueron construidos en los siglos XV y XVI por la comunidad jaina de Gujarat que se refugió aquí en su huida de los musulmanes. Son chulísimos, como Ranakpur pero en dimensiones reducidas y con la arenisca más blandita del desierto en lugar del mármol, las tallas son magníficas!
Visitamos tres havelis, Patwa-ki haveli​, que tiene una impresionante fachada con 60 balconcitos, ventanitas,... que aquí se llaman jharokhâ, parece de madera aunque es piedra!  Fue construida en el siglo XIX por cinco hermanos comerciantes jainas que se dedicaban a la joyería y los brocados.
Merece la pena entrar para ver como vivía la gente de pasta por estos lares en aquella época. Sus cinco pisos articulados en torno a un patio central con infinidad de estancias, en una habitación tenían todo el pack para el consumo de opio, que aquí no fumaban sino que ingerían de alguna forma que no me quedó muy claro, en otra estancia había una colección de turbantes rajastanís, cada color tiene su propio código en función del extracto social y religioso, salas con astrolabios, murales, … en fin un despliegue! La vista del fuerte desde la azotea también merece la pena. Muy, muy chula!
Nathmal-ki Haveli custodiada por elefantes de arenisca, fue construida por dos hermanos en 1885, cada uno hizo un lado de la fachada por lo que no es totalmente simétrica, hay flores, aves, elefantes y hasta una máquina de vapor. En el interior hay una tienda de artesanía y productos locales destinada a turistas.
Nos apuntamos a una función de marionetas amenizada por músicos rajastaníes en el Centro cultual del Desierto, ja, ja,... lo mejor las peleas de marionetas! El centro está haciendo un gran esfuerzo por mantener viva esta tradición rajastaní en los tiempos de las nuevas tecnologías, no parece fácil misión…
Visitamos Gadisar, ​un lago artificial construído en el siglo XVI por el rey Gadi Singh para recoger agua de la lluvia. Es muy fotogénico con una estupenda puerta de entrada construida por una prostituta para disgusto del rey. Dentro hay un templo dedicado a Shiva.
Por la tarde hicimos una excursión a un campamento del Thar situado a 50 km al suroeste de la ciudad, en las inmediaciones del pueblo de Khuri y de su homónima duna. Nos montamos en camello, tocaba turistada… y nos echamos muchas risas.
A la noche cenamos en el campamento viendo un espectáculo de música y danza rajastaní. Muy a gusto, eran gitanos seminómadas de la zona, nos dijeron que los gitanos son musulmanes. Básicamente percusión con unas tablillas que tocaban como si fueran castañuelas pero sin sujetarlas con cuerdas, man…, y una especie de acordeón. Una bailarina con sorpresa remataba la función con su meneo de caderas y hombro, haciendo equilibrios imposibles con una rueda y una pirámide de cuencos de cerámica. Fue divertido, algunas hasta se apuntaron al baile!

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