Vamos a Hong-Kong! Pasamos por Shenzhen, la última ciudad china continental antes de Hong Kong. Hace unos 30 años Den Xiaoping decidió que China necesitaba una ciudad que contrarrestara el peso de la Hong Kong británica asi que alisó las colinas enfrente de Hong Kong, llevó la tierra al mar, e hizo despegar una ciudad que hoy tiene 10 millones de habitantes con una media de edad entre 25-35 años y que es como el Silicon Valley chino. Dicen que allá vive la juventud china mejor preparada y en pocos años se ha disparado el precio de la vivienda.
Para entrar a Hong Kong hay que pasar el control de inmigración, no hace falta visado para entrar y por eso suele ser punto inicial o final de un viaje por China. Los ciudadanos de Hong Kong tienen pasaporte diferente de los chinos, y un estatus algo superior. Es una región administrativa especial que conserva bastantes herencias británicas: a diferencia de China aquí tienen seguridad social, pagan impuestos, conducen por la izquierda, está limpia, ven la BBC y hablan inglés. La moneda no es el yuan sino el Hong Kong dollar.
Nuestro hotel estaba situado en Nathan Road muy cerca de la bahía que fue lo primero que vimos, of course, y nuestro primer wuau en la ciudad. Precioso skyline!
En la puerta de al lado también en Nathan Road están las Chung King Mansions, con tiendas de todo (aquí descubrí las cremas himalaya, habrá que ir a India!) y casas de cambio regentadas por pakis, indios y bengalíes. Te dan buen cambio para los últimos yuanes y al final para los HK dolar a euros. En las plantas superiores están las guesthouses, es como un submundo.
Siguiente parada obligada el funicular de Victoria Peak y las vistas de la bahía desde detrás del distrito financiero de la isla. Siguiente wuau.
La zona financiera alrededor de Centre está super cuidada, edificios como el del HSBC de Norman Foster construído teniendo en cuenta el feng shui, el Bank of China del arquitecto chino Pei con zig zags, el IFC (Internacional Financial Center), la catedral de Sant John, más rascacielos... Tranvías de dos pisos tipo bus británico de colorines... En Centre también está las marcas internacionales de ropa, tecnología y comida.
Fuimos a comer al Soho y de paso subimos en las escaleras y plataformas mecánicas, el mid-level escalator. Comimos dim sum riquísimo, exquisitos dumplings, la cerveza cara por aquí.
Nuestro hotel estaba situado en Nathan Road muy cerca de la bahía que fue lo primero que vimos, of course, y nuestro primer wuau en la ciudad. Precioso skyline!
En la puerta de al lado también en Nathan Road están las Chung King Mansions, con tiendas de todo (aquí descubrí las cremas himalaya, habrá que ir a India!) y casas de cambio regentadas por pakis, indios y bengalíes. Te dan buen cambio para los últimos yuanes y al final para los HK dolar a euros. En las plantas superiores están las guesthouses, es como un submundo.
Siguiente parada obligada el funicular de Victoria Peak y las vistas de la bahía desde detrás del distrito financiero de la isla. Siguiente wuau.
La zona financiera alrededor de Centre está super cuidada, edificios como el del HSBC de Norman Foster construído teniendo en cuenta el feng shui, el Bank of China del arquitecto chino Pei con zig zags, el IFC (Internacional Financial Center), la catedral de Sant John, más rascacielos... Tranvías de dos pisos tipo bus británico de colorines... En Centre también está las marcas internacionales de ropa, tecnología y comida.
Fuimos a comer al Soho y de paso subimos en las escaleras y plataformas mecánicas, el mid-level escalator. Comimos dim sum riquísimo, exquisitos dumplings, la cerveza cara por aquí.
Subimos al piso 55 del IFC y las vistas también son wuau.
A la tarde fuimos a Mong Kok en Kowlon a ver el mercado de las mujeres y y no me pareció que mereciese la pena. Los mismos souvenirs, pongos y demás que en todos los sitios, grande eso si. Por allá también está el mercado del jade. En esta parte los edificios están mucho menos cuidados, hay mucha gente, trafico, neones... La zona de Mong Kok me gustó, tiene su encanto.
El espectáculo de música y luces de la bahía no vale mucho, sale un barco junco para darle el toque típico pero da igual, con música o sin ella el skyline nocturno es chulísimo.
A la tarde fuimos a Mong Kok en Kowlon a ver el mercado de las mujeres y y no me pareció que mereciese la pena. Los mismos souvenirs, pongos y demás que en todos los sitios, grande eso si. Por allá también está el mercado del jade. En esta parte los edificios están mucho menos cuidados, hay mucha gente, trafico, neones... La zona de Mong Kok me gustó, tiene su encanto.
El espectáculo de música y luces de la bahía no vale mucho, sale un barco junco para darle el toque típico pero da igual, con música o sin ella el skyline nocturno es chulísimo.
Cenamos
en Temple Night Market y no me parecio que mereciese la pena, como el de las ladies.
En Kowloon Park hay unas piscinas muy majas donde la gente se baña por la noche, dando envidia a los turistas sofocados sufriendo el efecto sauna permanente.
En Kowloon Park hay unas piscinas muy majas donde la gente se baña por la noche, dando envidia a los turistas sofocados sufriendo el efecto sauna permanente.
Nos contaron que las mujeres filipinas que trabajan de asistentas en Hong Kong, el fin de semana tienen permiso para acampar en el distrito financiero y asi no tienen que quedarse en la misma casa donde trabajan, se deben juntar por miles con cartones prácticamente debajo del puente. Que fuerte, no?
Al día siguiente fuimos a la isla de Lantau para ver el buda gigante de 60 m y el monasterio de Po Li, merece la pena. En esta isla está también el aeropuerto internacional. Es super fácil moverse por Hong Kong, el metro está claro meridiano, y no es caro. El Star Ferry que cruza la bahía está tirado de precio y en Lantau también cogimos un taxi que tampoco fue caro.
El buda Tian Tan es muy chulo y también el monasterio de Po Li, sobre todo la sala de los 10.000 budas y el edifiicio que la alberga. Me gustó la visita.
Sin embargo, luego fuimos a Tai O, un poblado de pescadores en la misma isla que nos habían dicho que era chulo y es famoso por los palafitos, pero nos decepcionó. En mi opinion no tenía mucho encanto, estaba sucio y la visita la salvaron un par de delfines blancos-rosados que se dejaron ver en un paseo en barco que hicimos.
El buda Tian Tan es muy chulo y también el monasterio de Po Li, sobre todo la sala de los 10.000 budas y el edifiicio que la alberga. Me gustó la visita.
Sin embargo, luego fuimos a Tai O, un poblado de pescadores en la misma isla que nos habían dicho que era chulo y es famoso por los palafitos, pero nos decepcionó. En mi opinion no tenía mucho encanto, estaba sucio y la visita la salvaron un par de delfines blancos-rosados que se dejaron ver en un paseo en barco que hicimos.
Desde allá se veía el puente de 40 km de nada que están construyendo desde la China continental a Macau.
Hay que volver a Hong Kong, no me dió tiempo a entrar al museo de historia, ni a ningún espectáculo que seguro que hubiera merecido la pena, ni a bañarme en las piscinas, ni a pasear tranquilamente por Nan Lian Garden, ni ver el templo Wong Tai Sin... Vaya que volveré!
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