A esta zona la llaman la de los escultores de las montañas, con arrozales por doquier. Es territorio dong.
Visitamos un pueblo con miaos negros que habitan en las cumbres, mientras que los dong más fuertes se quedaron en las zonas más fértiles de los valles altos.
Los miao negro tienen una forma de vida y unas costumbres más primitivas que otras etnias. Recogen las hojas de índigo del bosque, las dejan fermentar y sale un musguillo azúl índigo, ja, ja,... precioso. Trabajan todos los procesos del textil, hilan, tejen, tiñen, fijan el color y a algunas telas les sacan brillo a martillazos. Todos los pueblos miao tienen cuestas que cuando llueve parecen pistas de patinaje.
En la zona dong entre la arquitectura típica están las torres del tambor y de los puentes de lluvia y viento. Los puentes son la zona de asueto, tertulia, ... para estar a la fresca de los dong.
Los miao negro tienen una forma de vida y unas costumbres más primitivas que otras etnias. Recogen las hojas de índigo del bosque, las dejan fermentar y sale un musguillo azúl índigo, ja, ja,... precioso. Trabajan todos los procesos del textil, hilan, tejen, tiñen, fijan el color y a algunas telas les sacan brillo a martillazos. Todos los pueblos miao tienen cuestas que cuando llueve parecen pistas de patinaje.
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| Indigo fermentando. Parece mentira porque las hojas son verdes y luego sale este azúl! |
En la zona dong entre la arquitectura típica están las torres del tambor y de los puentes de lluvia y viento. Los puentes son la zona de asueto, tertulia, ... para estar a la fresca de los dong.
Las torres del tambor tienen una función más política de asamblea y celebración, los hombres cocinan dentro y vimos mucha gente echando la siesta y algunos jugando al tres en raya chino.
Las torres por fuera tienen salientes para que los malos espíritus que sobrevuelan el pueblo crean que es un dragón. En cada pueblo hay tantas torres del tambor como clanes. Los dong del norte tienen torres octogonales y los del sur cuadradas. Vimos la torre del tambor más antigua de la zona que tiene 300 años. Dentro está la casa del buey de agua.
Las torres por fuera tienen salientes para que los malos espíritus que sobrevuelan el pueblo crean que es un dragón. En cada pueblo hay tantas torres del tambor como clanes. Los dong del norte tienen torres octogonales y los del sur cuadradas. Vimos la torre del tambor más antigua de la zona que tiene 300 años. Dentro está la casa del buey de agua.
En la aldea de Huanggang había fiesta con mercado. Mucha gente comiendo, bebiendo y alguna que otra melopea. Los dong no desarollaron escritura y funciona la transmisión oral a traves de canciones épicas, de amor,... Hay grandes corales polifónicas que imitan sonidos de la naturaleza, pájaros, cucu, rana,... Se les enseña desde pequeños. Algunas corales han ido a actuar a París!. Tuvimos suerte de conectar con unas mujeres dong que nos invitaron a entrar a su casa y nos cantaron! Qué bonito cantan! Fue un momento chulo y echamos unas risas con ellas.
En la aldea de Xiaobang nos encontramos un pueblo en contrucción, sustituyendo arrozales por plazas de cemento para recibir al incipiente turismo chino atraído por sus corales polifónicas, torres de tambor y puentes de lluvia y viento.
Los paisajes hacia las terrezas de Jiabang son alucinantes. Casi un paisaje alpino de montes, valles, ríos y pueblos con la particularidad de los arrozales.
Nos alojamos en la aldea de Jiajiu donde los lugareños estaban celebrando una fiesta de inaguración de una casa, al llegar estaban acabando el tejado en auzolan. Cerdo para matar, petardos, ...
La vida aquí es dura, la gente está maleada, el cultivo del arroz es duro. Hacen una o dos cosechas y China tiene que importar arroz de los paises vecinos, de Vietnam por ejemplo, que hace cuatro cosechas.
A la tarde dimos un paseo entre arrozales de 3 horitas para ir al pueblo de al lado donde el arrozal tiene forma de caracol. En algunas zonas el paseo por el arrozal daba un poco de vértigo, hay que caminar por el borde de la bancada, a un lado tienes el arrozal con agua hasta la rodilla y en el otro un salto de 3 metros hasta el siguiente bancal.
A la mañana madruganos para ver amanecer en ese "marco incomparable" pero las nubes no nos dejaron ver el sol, aun y todo mereció la pena.
Basha fue el último pueblo miao que visitamos en la provincia de Guizhou. Está bastante cerca de Rongjiang y por eso empezamos a ver turismo chino. A pesar de todo han mantenido la forma de vida tradicional, la coleta manchú de los hombres y el moño piramidal las mujeres. Hacen un espectaculo costumbrista con un baile y tocando instrumentos curiosos, le rasuran el pelo a un tipo con una hoz y como eran cazadores llevan rifles artesanales y pegan cuatro tiros. Una turistada infame.
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