22 julio 2016

Terrazas de Longji, Guilin y Yangshou.

Entramos de lleno en la zona hiperturística. Las terrazas de arroz de Longji en las montañas del espinazo del dragón se empezaron a trabajar con la dinastía Yuan, los mongoles, siglo XIII. Por esa zona está la etnia Zhuang, que son como 18 millones, ahí es nada, la segunda más numerosa detrás de los han.
Subimos al mirador de "Los nueve dragones y cinco tigres" y luego al de "Las siete estrellas con la luna". Muy bonito, ahora es verde, estará dorado en septiembre y parecerá un espejo en marzo.
Seguimos hacia Guilin. Es mucho más grande de lo que esperaba, superturística, recibe como mínimo 12 millones de turistas anuales, casi por primera vez vemos turistas no chinos. Luces de neón, ruido, chinos haciendose fotos, selfies, ...
Hay un parque con dos pagodas gemelas del sol y la luna, una de ellas es una tetería. La ciudad tiene canales, dos ríos y cuatro lagos...
Hicimos un crucero bajando el río Li hasta Yangshou. Preciosísimo, es una extensión muy grande de karst, 4 horas por el río alucinando todo el rato. Muy muy recomendable. A algunos picos les han puesto nombre, muy chinos claro "la colina pintada de los nueve caballos", "la colina de los cinco dedos",... y justo cuando sacan la comida en el barco es el momento de hacer la foto que sale en el billete de 20 yuanes!
En la pared de enfrente alguien ve nueve caballos?
La ciudad está atestada de turistas, la verdad es que el entorno es espectacular. En el río los locales salen a pescar en balsas de bambú y utilizan cormoranes para pescar, les ponen una soga o aro en el cuello para que no se traguen los peces, y ale pal cesto!

A la noche vimos el espectaculo de Zhang Yi Mou Impression Liu San Jie, me gustó la música y los cantos de las etnias dong, miao y zhuang en el entorno del río entre colinas de karst, luces, ... es muy chulo. Llevan 10 años haciendo la función con mucho éxito, el aforo es de 2.500 pertsonas y todos los días repiten dos o incluso tres sesiones. Chinos a tutiplé haciendose selfies, hablando sin parar y enseñando barriga... con todo mereció la pena.
Al día siguiente hicimos bastantes kilómetros más por carretera, sustituyendo el río Li por arrozales y con los karsts permanentemente en el paisaje. Probamos el te aceitoso que es una sopa de te que lleva arroz inflado, bolitas de pan, cacahuetes, cilantro, ajetes, sal y pimienta al gusto y por encima una infusión caliente de te previamente frito en aceite. No está mal.

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